Noches Lejanas
Mucho tiempo atrás, comencé a entender que las palabras por si solas, poco significan.
Ellas, motivadas vaya a saber por qué, se fueron agrupando y crearon un montón de fantasías.
Esas voces se callaron (hoy suenan otras) pero me gustaría que este sea el Arcón, donde poder depositarlas...
Ellas, motivadas vaya a saber por qué, se fueron agrupando y crearon un montón de fantasías.
Esas voces se callaron (hoy suenan otras) pero me gustaría que este sea el Arcón, donde poder depositarlas...
miércoles, mayo 05, 2004
Sin sorpresas...
En este corso, tan plagado de mascaritas, de pronto una careta se cayó y no hubo sorpresas. ¡Vaya sorpresa!
Fue una sensación extraña, estaba preparado para desembarcar por primera vez en la luna y veía desde la ventanilla mis huellas ya instaladas en el polvo del suelo.
El sábado, que ya pasó, me metí de algún modo en mi computadora apareciendo en otro lado, viajé con mi familia, que es mi bien mas preciado, para unir mundos que hasta allí no sabía si verdaderamente existían.
Una desconocida me estaba esperando en un bar mezclada entre un montón de gente, sin pactos, sin detalles para reconocerla y solo necesité abrir los ojos para darme cuenta quién era la amiga buscada. Es que no fue tan difícil ver lo que siempre había visto.
Lununa es...
Una mujer con sensibilidad, con inteligencia, con gracia, con simpatía, con una gran belleza que entreteje el interior y el exterior para devolver una tela multicolor de tonos constantes. Que se nutre y se fortalece desde un adentro mágico que acaricia y se expone en un afuera aún más agradable que no deja de encantar.
Uno y otro envuelven y devuelven una imagen ya conocida que sin embargo se encargó de barrer con miedos e incertidumbres inexplicables.
Lununa tiene una preciosa hija que es una pequeña ella y que por ello es tan definitivamente querible.
Las dos derraman simpatía desde la picardía de sus ojos y la transforman en palabras para expresarse cada vez mas agradablemente.
Las dos son ganas de querer y ser queridas sin traicionarse un instante por ello, sin inventar otra cosa.
Lununa es...
...como Lununa (¡que coincidencia!) y Julia también.